La ciencia que se revela en cada giro de Sara Baras
¿Cómo una bailarina logra un giro tras otro sin perder el equilibrio ni marearse? Imagina que su pequeño pie sostiene todo el peso de su cuerpo. Ahora agrégale un taconeo y entenderás que, para conseguirlo con la destreza de la célebre bailaora flamenca, Sara Baras, se requiere un sistema vestibular excepcional.
1, 2, 3, 4, 5, 6…. Palmas ahuecadas marcan el compás. Dedos que seducen, abriendo y cerrando como un abanico. Así se insinúa el flamenco. Luego, estalla con oleajes orgánicos de un cuerpo que se desplaza en escena, sin olvidar que las cabezas de clavo de sus zapatos son parte de un potente magnetismo que conecta los pies a la tierra, para permitir al resto del cuerpo despegar.
Todo baile requiere un sistema vestibular en óptimas condiciones, pero el flamenco, con su exigencia técnica, demanda algo más: una estructura fisiológica afinada y concentración absoluta. Sus bailarines son, al mismo tiempo, marionetas y manos que dirigen con control los múltiples hilos de este arte: ritmo matemático, movimientos geométricos y física pura que desafía la fuerza de gravedad sobre el tablao. Una de las figuras contemporáneas más destacadas de esta danza es Sara Baras (Cádiz, 1971), quien por su trayectoria e indiscutible talento no necesita más focos que los iluminados rostros de sus espectadores.
Sara Baras también es directora y coreógrafa de su propia compañía de flamenco, que este año celebra 25 años de existencia con el espectáculo Vuela. Con casi cuatro décadas en el mundo de la danza, su arte despierta una pregunta inevitable: ¿cómo consigue esos envolventes giros mientras sus tacones protestan en el tablao y devuelven una fuerza arremolinada que ella controla como una auténtica domadora de fieras?
Inspiración fluida y técnica precisa
En el escenario, la Premio Nacional de Danza (2003) despliega sus brazos como látigos, arqueándolos sobre su cabeza y luego derritiéndolos hacia la horizontal, armónicos y controlados. Su faldón ondea con telas pesadas que, en sus movimientos, parecen ligeras. Es en su abdomen, el centro de su cuerpo, donde concentra el peso que le otorga estabilidad y permite liberar la delicadeza de sus manos y piernas.
La bailarina española se proyecta etérea, pero su mirada se ancla en un punto específico mientras gira, siguiendo los principios del spotting. Esta técnica, desarrollada en el siglo XIX por Carlo Blasis, consiste en mantener la cabeza fija en un punto durante el giro y rotarla rápidamente en el último instante para conservar el equilibrio, orientarse en el espacio y evitar el mareo.
Los misterios del pequeño laberinto que engrandece la danza
Para entender como Sara Baras ejecuta sus magistrales giros, es necesario explorar el sistema vestibular, ubicado en el oído interno, una pieza esencial para este tipo de piruetas. Este sistema trabaja en conjunto con la visión y la propiocepción, integrándose en el «sistema de equilibrio».
Aunque Sara Baras no piense en los mecanismos biológicos mientras baila, su habilidad para girar se encuentra en este último rincón del túnel de los sonidos, en un pequeño «laberinto», cuyos estrechos pasillos evocan el hogar del mítico Minotauro. Ahí se encierra el sistema vestibular, compuesto de dos diminutos sacos: el utrículo y el sáculo. Estos registran los movimientos lineales —como avanzar, retroceder, subir o bajar— y detectan cambios de movimiento en relación con la gravedad. Este equilibrio estático fue clave en la evolución humana, permitiendo a los seres humanos mantenerse erguidos.
A medida que el comportamiento se volvió más móvil, los órganos sensoriales evolucionaron para procesar también aceleraciones rotacionales para censar el equilibrio dinámico de un cuerpo en movimiento. Sin este proceso, se podría caminar o conseguir funciones básicas de equilibrio, pero no girar con la precisión que caracteriza a la originaria de Cádiz.
El desarrollo del tercer componente del aparato vestibular, los canales semicirculares, permitió detectar los movimientos rotacionales. Estos tres tubos curvos contienen un líquido que estimula las células ciliadas que se encuentran en su base. Éstas envían señales al cerebro sobre la posición y velocidad, llamando a la acción a otras partes del cuerpo para evitar posibles caídas.
Un culpable con derecho a guardar silencio: el mareo
El mareo ocurre cuando el fluido en los canales semicirculares sigue en movimiento tras un giro por la inercia. Esta alarma interna informa de una posible pérdida de estabilidad, pero bailarinas como Sara Baras han aprendido a desactivarla. Técnicas como el spotting filtran la sobre estimulación de estos canales acuosos y eliminan la sensación de mareo, logrando giros sin interrupciones.
Estudios de imágenes cerebrales han demostrado que los cerebros de los bailarines profesionales se adaptan tanto estructural como funcionalmente, haciéndolos menos sensibles al mareo. En los bailarines profesionales, ciertas áreas del cerebelo —fundamentales para el equilibrio y la coordinación motora fina— pueden ser más pequeñas en comparación con la población general. Esto sugiere que los bailarines dependen menos de las señales provenientes de sus órganos vestibulares. Además, estas señales generan menor activación en la corteza cerebral, específicamente en las regiones responsables de la percepción del mareo.
La danza de Sara Baras no es solo una muestra de creatividad y talento humano. Sus giros representan la perfecta sincronía entre técnica, evolución y un trabajo constante que transforma los sistemas biológicos en un medio para expresar sin límites esa pasión flamenca que la impulsa a Volar, «la única forma de huir sin correr».
Referencias
Kandel, Eric. Estados Unidos. 2021. «Principles of Neural Science». Ediciones Mc Graw Hill.
Art International Vestibular Society. https://intvest.org/history-of-vestibular-medicine
Haines, Duane E. & Mihailoff, Gregory A. España, 2019. «Principios de Neurociencias”. Ediciones Elsevier.
[oai_citation:1,Q&A: How do dancers spin without becoming dizzy? – Yale Scientific Magazine] (https://www.yalescientific.org/2013/12/qa-how-do-dancers-spin-without-becoming-dizzy/) [oai_citation:2,Ballet dancers' brains adapt to stop them feeling dizzy | Imperial News | Imperial College London] (https://www.imperial.ac.uk/news/130786/ballet-dancers-brains-adapt-stopthem/)
Haber C, Schärli A. Defining Spotting in Dance: A Delphi Method Study Evaluating Expert Opinions. Front Psychol. 2021 May 13;12:540396. doi: 10.3389/fpsyg.2021.540396. PMID: 34054627; PMCID: PMC8155377. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8155377/
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