El impacto del consumismo y el poder de Cicles

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Nuestro modelo de consumo excesivo está provocando graves problemas en el planeta: contaminación, desforestación, pérdida de biodiversidad y abusos a las personas. Todo ello para contentar a una población cada vez mayor y que quiere más. Si reaprovecháramos lo que tenemos, no sería necesario generar tantos impactos. Y eso es lo que hago yo. Me llamo Cicles y puedo manipular la materia.

TEXTO POR SERGI VILA
ILUSTRADO POR NURIA RODRÍGUEZ
ARTÍCULOS | KIDS
ESCUADRÓN SOSTENIBLE
26 de Septiembre de 2019

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Pequeños gestos para el ambiente (IV)

Se calcula que este año 2019 ya se habrán superado los 3000 millones de usuarios de smartphones en el mundo y que la tendencia seguirá subiendo hasta los 3700 millones en 2021. ¿Alguna vez os habéis parado a pensar en todos los materiales que se necesitan para hacer un teléfono?

Por ejemplo, el tántalo. Se necesitan 40 miligramos de este elemento para un teléfono móvil, aunque también se usa en tabletas, ordenadores y otros materiales. Este elemento se extrae del coltán, un mineral de sangre. Esto es así porque las minas de donde se extrae están mayoritariamente controladas por guerrillas en el este de la República Democrática del Congo, financiadas por dinero negro y con unas condiciones lamentables para los trabajadores. Este país produjo 700 millones de toneladas solo en 2018.

Mis padres huyeron del Congo hace años y llegaron a Cataluña, donde nací y me he criado. Aun así, me preocupa la situación de este país centroafricano y uso mi poder para intentar mejorarlo. Por este motivo ayudo a mis padres a reaprovechar móviles, igual que hacen otras empresas, reduciendo el residuo generado. De este modo, ponemos nuestro granito de arena para no tener que extraer más recursos a costa de las vidas de otros.

Me llamo Cicles y puedo manipular de la materia para poder reaprovecharla. Gracias a este poder no genero residuos y doy una nueva vida a todos los materiales, así como ayudo a mis compañeros del Escuadrón S.

Plásticos y deforestación

Los plásticos son una de mis grandes preocupaciones. Solo en 2017 generamos ocho mil millones de toneladas de plásticos en todo el mundo y más de cinco mil millones no pasaron por un contenedor de reciclaje. Representan el 10 % de los residuos que se generan y muchos llegan al mar.

De hecho, se calcula que en 2010 se vertieron en el mar entre 4,8 y 12,7 toneladas de plástico y que hay más de cinco trillones de partículas de plástico flotando, llegando a pesar casi 270 000 toneladas. Como ejemplo cercano, el río Ebro aboca anualmente 2200 millones de microplásticos al Mediterráneo.

Y eso sin contar que la producción de plástico emite gases de efecto invernadero. Este 2019 se emitirán más 850 millones de toneladas a la atmósfera y los próximos años aumentarán más aún según las previsiones.

Nuestras ansias de consumir, de querer tener más, generan muchos residuos que terminan en el mar y afectan a la naturaleza. De hecho, los plásticos afectan a cerca de 700 especies. ¿Quién no ha visto la imagen de una tortuga con las anillas de las latas en la cabeza o el estómago de un ave marina llena de estas sustancias?

Por culpa de todo esto he tenido que luchar muchas veces contra mis enemigos Politenus, Ueist y Polus. Siempre aparecen donde hay vertidos o cerca de ciudades, donde se acumulan los residuos. Pero, en los últimos años, se han ensañado con el mar. O al menos nos hemos dado cuenta hace poco.

Aun así, la contaminación y la explotación no son los únicos problemas que genera nuestro consumismo. ¿Cuántas áreas de bosque han desaparecido en el mundo? Empezando por lo que se eliminó hace siglos en Europa y Norteamérica, desde hace bastantes años el foco está en los trópicos. Principalmente por los cultivos, sean industriales o de subsistencia, y el pastoreo.

Pongamos por ejemplo el aceite de palma: hay muchísimos productos que lo usan porque es muy barato de producir. Esto ha hecho que las plantaciones de palma hayan crecido enormemente, deforestando bosques a su paso y dejando a incontables especies sin hogar y al borde de la extinción.

Además, la deforestación modifica el clima a nivel local y regional, que se vuelve más árido y seco al reducir la cantidad de lluvia, y genera entre un 25 y un 30 % de todas las emisiones de gases invernadero.

En muchas de las zonas que han perdido bosques es donde he tenido que luchar contra otros dos enemigos: Nontree y Extinction. La verdad es que el segundo es muy, pero que muy poderoso, y temo que no pueda derrotarle nunca. Su capacidad de acelerar un proceso natural como las extinciones me asombra y aterra a la vez.

Nuestro granito de arena

Por este motivo necesito la ayuda de todos y todas. Necesito que recicléis más. Que se supere este 30 % de tasa de reciclaje que hay en España y el 9 % en todo el mundo. Que cada persona tire sus residuos en el contenedor que toca. Está claro que el sistema no es perfecto, pero es infinitamente mejor que juntar todo lo que generamos y dejarlo en los vertederos. Porque desde ahí termina habitualmente en la naturaleza.

También podemos reaprovechar los materiales. Por ejemplo, los papeles sucios se pueden usar para pintar, tomar notas, escribir, lo que sea, así como se pueden imprimir por la otra cara; y los botes de cristal de yogur, legumbres o mermeladas sirven para almacenar otros productos.

Un paso más sería evitar generar residuos. Olvidémonos de los plásticos de un solo uso: si vais a comprar, llevaos vuestras propias bolsas de tela o cestos así como táperes para la carne y el pescado. De este modo no usamos las bolsas de plástico.

En el caso de que os guste ir de acampada o hacer barbacoa, usad vasos, cubiertos y platos reutilizables o, como mínimo, de papel. Eso sí, no dejéis los restos de comida o lo que sea por ahí. Por mucho que sea comida, contamina igualmente.

Para terminar, propongo dos acciones más: reducir el consumo de carne y los productos que contienen aceite de palma para frenar la deforestación y empezar con el autoconsumo de energía. Si generamos nuestra energía, emitiremos menos gases de efecto invernadero y seremos más conscientes de nuestro consumo energético, disminuyéndolo. Aunque eso es algo de lo que os hablará Nerxia próximamente.

Entre todos y todas podemos cambiar el mundo y modificar la forma en la que consumimos ayudará mucho a lograrlo. De ello depende el futuro de la humanidad y tenemos que luchar para que sea bueno.

Referencias

—De Ridder, M. et al. 2013. Coltan, Congo & Conflict. The Hague Centre for Strategic Studies Rapport 20.
—Eriksen, M. et al. 2014. Plastic Pollution in the World's Oceans: More than 5 Trillion Plastic Pieces Weighing over 250,000 Tons Afloat at Sea. PLoS One 9(12): e111913.
—Hamilton, L.A. et al. 2019. Plastic & Climate. The hidden costs of a plastic planet. Center for International Environmental Law.
Las huellas de nuestra existencia. Sergi Vila. Principia.

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