Mae Jemison. Piruetas Cósmicas

Portada móvil

Mae respira hondo mientras abre las cortinas de la habitación. Al fondo, cincelada por la bruma matutina, se recorta la silueta de un cohete. Siempre le han impresionado esos gigantes cargados de combustible, desde que en su infancia contemplaba por televisión los despegues de la NASA en su casa de Chicago.

TEXTO POR LAURA DEL RÍO LEOPOLDO
ILUSTRADO POR ENERI MATEOS
ARTÍCULOS | MUJERES DE CIENCIA
MUJERES DE CIENCIA | NASA | PIONERAS DE LA CIENCIA
3 de Febrero de 2021

Tiempo medio de lectura (minutos)

Era la época gloriosa del programa Apolo, que en 1969 llevó por primera vez al ser humano a la Luna. Como muchos niños de su época, también Mae soñaba con las estrellas, con deslizarse en un traje espacial y escuchar la cuenta atrás. 

Pero había algo irritante en aquellas imágenes épicas, en los sonrientes astronautas recibidos con todos los honores al volver a tierra. Los nuevos héroes estadounidenses eran hombres como Buzz Aldrin o Neil Armstrong. Hombres y blancos.

Y Mae Jemison era mujer y negra.

Por suerte, aquellas limitaciones no la desanimaron. A falta de un referente real, ponía su imaginación a pasear por la Entreprise. A bordo de la nave de Star Trek no solo trabajaban hombres blancos, en ella viajaba también la teniente Uhura, mujer y negra.

Sonriendo, termina de enfundarse un traje parecido a los de la mítica serie. Le recuerda al que ella misma vistió cuando en 1993 actuó en uno de los capítulos de La nueva generación. Fue un momento inolvidable, un sueño hecho realidad. Pero ni de cerca comparable al que había vivido un año antes, cuando a punto de cumplir los treinta y seis despegó en un transbordador real.

Para entonces llevaba una década esperando aquella oportunidad, desde que Sally Ride se convirtió en la primera mujer estadounidense en volar al espacio en 1983. Mae estaba entonces en África, trabajando como médica voluntaria con el Cuerpo de Paz. A su vuelta a Estados Unidos, presentó su solicitud a la NASA. Sentía que su gran aventura estaba cada vez más cerca, pero en 1986 sus ambiciones galácticas saltaron por los aires junto a los restos del Challenger.

En su décima misión, el Challenger estalló en pedazos ante las cámaras apenas un minuto después de despegar. El accidente dejó siete astronautas muertos y Estados Unidos suspendió temporalmente el lanzamiento de transbordadores. Al poco tiempo, Mae recibió una llamada de su madre: ¿realmente quería seguir adelante después de lo ocurrido? Su respuesta fue la misma que cuando la pregunta llegó desde la NASA: por supuesto.

...

LEE EL TEXTO COMPLETO EN PRINCIPIA MAGZINE T4E1

MAE JEMISON
Mae Jemison. Piruetas Cósmicas. Texto de Laura del Río Leopoldo. Ilustración de Eneri Mateos. Haz clic en la imagen para comprar la revista en papel.

 

 

Deja tu comentario!