¿Hormesis? ¿Y eso afecta a mi salud?

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¿Alguna vez te has enfrentado a un reto y fallado en el intento? ¿Qué pasó después? Todavía recuerdo uno de mis primeros exámenes de matemáticas. Estaba en tercero de primaria y saqué un cuatro. ¡Un cuatro! Yo, que nunca suspendía nada, que nunca sacaba malas notas. Pero allí estaba ese cuatro, mirándome enrojecido desde el papel.

TEXTO POR LARA PÉREZ
ILUSTRADO POR KARLA ARZATE
ARTÍCULOS
BIOLOGÍA | CÉLULAS | ENVEJECIMIENTO CELULAR | HORMESIS
17 de Junio de 2021

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Casi no me atreví a comentar la nota en casa, por vergüenza. Y, por supuesto, no puedo expresar fácilmente por escrito el esfuerzo y la entrega que dediqué a preparar el siguiente examen. Aquella segunda vez, aprobé con un diez. Me adapté, cambié, me superé. Ese primer suspenso fue mi incentivo para mejorar y cumplió su objetivo. Sin embargo, ahora soy plenamente consciente de que si mi nota hubiera sido peor, por ejemplo un cero, tal vez la calificación del siguiente examen no hubiera resultado tan satisfactoria. Quizás me hubiera desanimado, hubiera perdido la esperanza de aprobar… Pero fue un cuatro. Y, como dice el refrán, lo que no mata, engorda.

Esta capacidad para adaptarse al medio también está presente en la naturaleza. De hecho, muchos fenómenos biológicos siguen este principio dinámico. Por ejemplo, en la respuesta a fármacos, la dosis sí importa. Es decir, que no por administrar mayores cantidades de un fármaco vas a curar una enfermedad. De hecho, probablemente, una dosis muy alta de ese fármaco resultará tóxica. Este comportamiento se conoce como respuesta bifásica u hormesis y refleja cómo una dosis baja de un compuesto puede tener efectos beneficiosos o estimulantes, mientras que una dosis alta  de ese mismo compuesto puede tener efectos perjudiciales. Además de en la respuesta y efectividad de fármacos, la hormesis también afecta a la resistencia a enfermedades o al comportamiento de las células. Sorprendentemente, también puede influir en nuestro proceso de envejecimiento.

La respuesta bifásica u hormesis  refleja cómo una dosis baja de un compuesto puede tener efectos beneficiosos o estimulantes, mientras que una dosis alta  de ese mismo compuesto puede tener efectos perjudiciales.

Dentro de nuestras células existen unos compartimentos llamados mitocondrias donde se genera energía. Sin embargo, cuando las mitocondrias producen energía, también crean unas sustancias tóxicas conocidas como especies reactivas de oxígeno. En grandes dosis, estas especies reactivas pueden dañar componentes de las células, incluido el ADN. Pero, en pequeñas dosis, parece que las especies reactivas de oxígeno pueden tener un efecto beneficioso sobre la salud y el envejecimiento. Este fenómeno se conoce como hormesis mitocondrial o mitohormesis. Pero, ¿cómo es posible que un compuesto tóxico, incluso en pequeñas dosis, pueda favorecer un envejecimiento saludable? La respuesta a esta pregunta es compleja. Sin embargo, distintos estudios en modelos de laboratorio sugieren que cantidades pequeñas de estas especies reactivas generan un daño en las células que permite mejorar la resistencia a un daño posterior. Es decir, que, si una célula tiene que enfrentarse a un pequeño estrés producido por especies reactivas de oxígeno, generará una respuesta para adaptarse tal, que le permitirá mejorar la salud en el organismo.

Volviendo a mi examen de matemáticas, el estrés inicial de mi suspenso me ayudó a prepararme para el siguiente examen y evitar otro suspenso aún mayor. En el caso de las especies reactivas de oxígeno, pequeñas dosis pueden ayudar a promover una defensa antioxidante, así como una mejora de la salud de las mitocondrias. Todo esto contribuye a promover un envejecimiento saludable.

Como cabría esperar, cuando las especies reactivas de oxígeno se acumulan en exceso y las mitocondrias dejan de funcionar correctamente, se compromete la salud. De modo que existe un equilibrio, una fina línea que no se debe cruzar para beneficiarse de la mitohormesis: los niveles de estrés derivados de la actividad de la mitocondria deben mantenerse bajos.

Para rizar el rizo un poco más, la mitohormesis podría tener distintos efectos en el organismo dependiendo de a qué células afecte. En células sanas, por ejemplo, la mitohormesis resulta beneficiosa para la salud y el envejecimiento. Sin embargo, si la mitohormesis afecta a células malignas, puede favorecer el desarrollo de un cáncer. En definitiva, lo mitohormesis es un arma de doble filo que debemos estudiar en detalle para promover un envejecimiento saludable. En la actualidad, los científicos están estudiando formas con las que se puede utilizar la hormesis para mejorar nuestra salud. ¿Algunos ejemplos prometedores? El ejercicio físico. Si ya lo decían las abuelas…

 

 

Bibliografía

Calabrese, E. J. (2018). Hormesis: Path and progression to significance. International Journal of Molecular Sciences, 19(10). https://doi.org/10.3390/ijms19102871

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Palmeira, C. M., Teodoro, J. S., Amorim, J. A., Steegborn, C., Sinclair, D. A., & Rolo, A. P. (2019). Mitohormesis and metabolic health: The interplay between ROS, cAMP and sirtuins. Free Radical Biology & Medicine, 141, 483–491. https://doi.org/10.1016/j.freeradbiomed.2019.07.017

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